Cuando se lanza un negocio hay que tener en cuenta muchos elementos que resultarán cruciales a la hora de conectar con los consumidores: el nombre, los colores corporativos y, por supuesto, el logo.
El logo es la carta de presentación de la empresa y de lo que ofrece al mercado. Es el primer impacto que recibe el consumidor, que se creará la primera idea sobre la compañía a partir de este. Por esta razón, el logo no debe ser considerado ni secundario ni poco importante. Siguiendo estos consejos podrás tomar las decisiones más adecuadas a la hora de establecer cuál será el elemento que identificará tu negocio:
–       Ser inteligente: el logo debe ser único para destacar del resto y distinguir la marca de sus competidores. La creación de un diseño único no lo es todo para evitar la imitación, hay que pensar creativamente y comprobar si hay plagio en sitios como Logo Thief.
–       Entender la marca: el logo no es solo la imagen, es también la introducción de la marca. Debe llegar a un público específico y hay que tenerlo en cuenta a la hora de diseñarlo. Hay que estar al día sobre las últimas tendencias de diseño, pero siempre manteniéndose fiel a la personalidad global de la marca.
–       Elegir bien el color: cada color tiene una implicación diferente y puede aportar matices a tu mensaje. Los colores brillantes y audaces pueden captar la atención del público y los tonos apagados exudan sofisticación:

  • Rojo: enérgico, atractivo y audaz
  • Naranja: creativo, amable, joven
  • Amarillo: soleado, optimista
  • Verde: orgánico, crecimiento
  • Azul: profesional, tranquilo, digno de confianza
  • Púrpura: espiritual, sabio, evocador
  • Negro: creíble y potente
  • Blanco: simple, limpio y puro
  • Rosa: divertido y coqueta
  • Marrón: rural, histórico y constante

–       Fácil y flexible:  una combinación equilibrada, sencilla y peculiar. Que sea interesante, pero fácil de analizar. En la actualidad, donde los logotipos aparecen en varios dispositivos y a través de medios de comunicación social, hay que diseñar algo que trascienda el papel. Tiene que funcionar en diferentes plataformas y ser flexible en su tamaño.