Quizás ya no seamos unos niños pero volveremos a jugar como lo hacen ellos, y lo haremos de la mano de la gamificación. La gamificación es el uso de conceptos y dinámicas propias de los juegos en ámbitos de la vida tan diversos como la educación, la salud o el marketing digital. También es la última tendencia en «subirse al carro» del comercio electrónico. De todos modos es normal preguntarse qué puede aportar la gamificación en un contexto como el E-Commerce.
El objetivo número uno de la introducción de los juegos es estimular al cliente y hacer más atractiva su interacción con la tienda online, aprovechando nuestra predisposición natural hacia la competición y todo aquello que combata con eficacia al aburrimiento. Bajando a un nivel más concreto, la gamificación se percibe como un recurso para neutralizar los principales problemas que tiene nuestra tienda online.
Puede encajar, por ejemplo, en la retención y fidelización de usuarios, colaborando al aumento de conversiones y a la disminución del índice de “Cart Abandonment” (abandono del carrito a media compra). Enganchar al potencial comprador con juegos basados en logros, rankings de puntos o trivials es la clave. Las aplicaciones de la gamificación en E-Commerce son múltiples, solo hace falta dar con las innovaciones más efectivas. Sin duda su progresión es meteórica y se calcula que el sector facturará 2.800 millones de dólares en 2016.
La gamificación ya ha sido probada en campos como la educación vial, como muestra este experimento para reducir la velocidad:

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