A finales de 2013 se rebasó la barrera del billón de smartphones en todo el mundo y el dato se ha convertido en casi un eslogan del planeta “mobile” que habitamos. El tiempo que los consumidores dedican a sus dispositivos móviles aumenta a diario – un reciente estudio señaló que miramos nuestros teléfonos una media de 150 veces al día -, empujando a las empresas a diseñar una estrategia móvil que aproveche el tráfico creciente e impulse sus resultados. Hoy, adaptar los canales corporativos a los nuevos hábitos de consumo desde móviles es sinónimo de ganar.
Fruto de este escenario también nacen nuevas tendencias. Algunas son pasajeras pero otras han venido para quedarse. El showrooming, la nueva moda en E-Commerce, es de las segundas.
El showrooming consiste en mirar y probar un producto en las tiendas físicas para luego terminar adquiriéndolo en los negocios online donde, normalmente, se puede conseguir a mejores precios. Se trata del fenómeno contrario al que se bautizó como webrooming, que se basaba en buscar información de un producto en la red para después realizar la compra en comercios físicos. Si los comportamientos se han invertido en los últimos años ha sido, sin duda, por efecto de la pérdida del miedo a comprar por internet.
Los países líderes en E-Commerce ya hablan de la era de los showroomers. Como en Estados Unidos, donde el 70% de los compradores en tiendas tradicionales llevan sus smartphones mientras compran y un 30% los usan para comparar precios y prestaciones, según econsultacy. El éxito del showrooming es un toque de atención para los retailers sin presencia online. Cuando los usuarios piensan en showrooming les viene a la cabeza una palabra: ahorro.
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