Antes de la aparición de los wearables, los dispositivos tecnológicos que se llevan puestos, la pulseras eran complementos más bien “inertes”, hechos de diferentes materiales pero con un valor puramente ornamental o sentimental. Pero eso era antes de la revolución de los wearables, que ha dotado de inteligencia a elementos cotidianos y funcionales como gafas, relojes o las mismas pulseras. Como la Samsung Gear Fit, la primera pulsera inteligente del fabricante coreano.
El nuevo accesorio de Samsung está en el mercado desde el 11 de abril. Quienes ya lo conocen de cerca destacan que es el máximo exponente de la nueva generación de wearables por su pantalla curva y una gran variedad de funciones avanzadas: podómetro, registro de ejercicio diario (sincronizado con la aplicación Samsung Health), pulso, cronómetro, temporizador, calendario, reproductor y visor de notificaciones procedentes del smartphone, como llamadas o mensajes recibidos.
Ya vemos que las prestaciones de la Samsung Gear Fit no son pocas para ser (casi) el primer modelo de su especie. Sin embargo, su aparición genera unos cuantos interrogantes. Miremos de despejarlos con la siguiente lista elaborada a modo de Ficha Técnica:
- Pantalla: curvada 1,84 pulgadas, 432 x 128 píxeles. Luminosa y no se ciega con el sol.
- Colores: negro, gris, rojo, naranja, verde y azul.
- Conectividad: Bluetooth V4.0 LE
- Autonomía: de 3 a 4 días de duración.
- Precio: 200 euros.
El que acabamos de presentar es sin duda uno de los gadgets más seductores del momento, especialmente indicado para todos aquellos practicantes de deporte que deseen controlar toda la información de su rendimiento con solo un movimiento de muñeca.
Foto | Samsung