Cuando oímos comentar que una persona es creativa, inconscientemente siempre tendemos a imaginar a alguien con un talento especial en creatividad aplicada a la publicidad: que buen claim, que gráfica más ingeniosa o qué campaña publicitaria tan notoria. Pero la creatividad es mucho más que eso y no solo se debería aplicar en las áreas de Marketing y Comunicación, sino como concepto, debería extrapolarse a toda la compañía.
Desarrollar un nuevo producto, encontrar un nuevo canal para llegar a nuestros clientes potenciales, hallar formas diferentes para dar a conocer tu compañía, facilitar la compra de tus productos y/o servicios a tu público objetivo, todas son actividades que requieren grandes dosis de creatividad.
Podemos afirmar que la creatividad está presente en prácticamente todas las actividades de la compañía. Sin creatividad una empresa no podría innovar, y sin innovación la empresa no podría mejorar ni evolucionar, quedando obsoleta y siendo sobrepasada por la competencia.
En un panorama tan competitivo, los productos que encontramos en el mercado distan mucho de diferenciarse drásticamente unos de otros y la avalancha publicitaria, hace que el consumidor se pierda entre tantos impactos diarios. Demos en la diana, consigamos que tu cliente te conozca, perdón, TE RECONOZCA entre todos los demás, para ello apliquemos la creatividad en su máxima potencia: busca un nicho de mercado, segmenta tu target, da a cada cliente lo que necesita, trabaja una buena atención al cliente, facilita su compra y siempre con unas gotas de diferenciación.