El envoltorio, paquete, envase o embalaje es lo primero que llama la atención al comprador. Actualmente la competencia entre las distintas marcas se encuentra en la experiencia del cliente y no hay que menospreciar la importancia del packaging.
A continuación, os presentamos cinco ejemplos del packaging más creativo:
1. Smirnoff Caipiroska: el envase que hay que pelar. La agencia JWT diseñó una botella con la textura de las frutas según cada sabor. Los consumidores pueden sentir la experiencia única de pelar una bebida a base de fruta.
2. Lápiz parmesano: coge el sacapuntas y en unos segundos tienes un delicioso queso freso que decora fácilmente todos los platos. En el envase hay una escala que muestra cuánto queso se ha rallado y cuánto necesita cada plato. Incluso menciona las calorías que tiene cada porción.
3. Brochas con bigote: el diseño de Simon Laliberté resulta muy humorístico. Y además ofrece una doble solución: cumple la función de reunir dos productos, pincel y brocha, juntos en un mismo cartón.
4. Bolsa antirrobo: bolsas con cremallera que tienen manchas simulando moho por ambos lados o insectos. El almuerzo recién preparado aparenta estar en mal estado. Ya sabes, si algún compañero de trabajo se queda con tu comida ¡Esta es la solución.
5. Envases frescos: original diseño para las mermeladas de La Vieja Fábrica. Muy llamativa y apetitosa.