Durante la Semana Santa muchas personas tienen vacaciones y aprovechan para desconectar y coger un poco de aire. Además, si tenemos un poco de suerte, estas vacaciones también nos permiten disfrutar de unos primeros días de buen tiempo, siendo así la antesala de unas vacaciones de verano por las que aún queda esperar un poco.
Queremos recomendaros dos ciudades y una isla que sorprenderán a más de uno y os dejarán boquiabiertos. Unos lugares ideales para pasar un fin de semana largo, que podrás conocer y tendrás tiempo suficiente para poder visitar todos sus rincones.
Menorca
Menorca es una isla de mucha extensión como para visitarla solo durante las vacaciones de Semana Santa, sin embargo, las posibilidades que ofrece en estas fechas también la hacen muy recomendable. Ni las playas, ni los restaurantes, ni los hoteles estarán llenos de gente. Podemos tener la oportunidad de ver puestas de sol en sitios que acostumbran a estar abarrotados en los meses de junio, julio y agosto, y hacerlo con una sensación de tranquilidad de la cual no podemos disfrutar en verano.
Aunque quizás bañarse será un poco precipitado, los más valientes tendrán la oportunidad de hacerlo en algunas de las calas de agua color turquesa sin tener a nadie alrededor. Y aunque no lo hagamos, podemos empezar a disfrutar de un sol que cada vez calienta más y nos ofrece un clima buenísimo para pasear o pasar un atardecer en la playa. También podremos aprovechar las rutas por el Camí de Cavalls, que son para todas las edades, muy accesibles y sus parajes naturales que nos podemos ir cruzando una maravilla.
San Sebastián
Pasamos de las Islas Baleares a un norte de la península que ya no es tan frío como en pleno invierno. Teniendo esto en cuenta, pasar unos días de Semana Santa en el País Vasco puede ser una opción más que interesante. Muy buena comida, ambiente acogedor y si la lluvia nos respeta, buen tiempo y temperatura para salir a pasear o a tomar unas cañas.
San Sebastián es una de las ciudades más bonitas de España y descubrirla no te defraudará. El encanto de las calles de su casco viejo, un paseo por la playa de la Concha, subir al monte Urgull o al monte Igueldo para disfrutar de las vistas aéreas del golfo de Vizcaya o la necesaria parada al Peine del Viento para ver las imponentes esculturas de Chillida. Esos son quizás los parajes más conocidos que ofrece la capital guipuzcoana, pero perderse por sus calles sin rumbo fijo también puede ser una buena idea para descubrir la esencia de San Sebastián.
En San Sebastián bañarse seguro que no será buena idea, pero sí que puede ser un buen momento para sacar la tabla de surf del armario y surfear las olas del atlántico.
Granada
Dejamos el norte para irnos hacia Andalucía y conocer una de sus ciudades más bonitas. Igual que recomendábamos con San Sebastián, Granada es una ciudad que permite perderse por sus calles y que ello nos posibilitará conocer cualquier rincón secreto que merece ser visto. Otro paseo obligado nos llevará al Albaicín, para poder tener unas impresionantes vistas de Granada, ya que la tendremos a nuestros pies. Evidentemente, no puede faltar la recomendación de la Alhambra. Visita obligatoria si hacemos turismo por esta ciudad andaluza, puesto que presenciaremos una de las grandes maravillas del mundo, con sus famosos jardines y palacios.
Aprovechando que las vacaciones de Semana Santa nos permiten varios días de visita, siempre podemos hacer alguna excursión en Sierra Nevada, la bonita sierra andaluza que podemos ver desde la misma ciudad de Granada y que nos entrarán ganas de visitar una vez estemos allí.
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