Los dispositivos móviles cada vez representan una parte más fundamental en cuanto a las estrategias de marketing de las empresas. Un tipo de tecnología que crece en uso año tras año y que está cambiando el modo en que tanto usuarios como marcas se comunican entre sí. Debido a las posibilidades que aporta esta nueva tendencia, los hábitos de consumo evolucionan continuamente. Además, la capacidad de analizar los datos que se desprenden de ello así como de conseguir mayor información es mucho más elevada. Lo que permite a los negocios realizar estrategias más eficaces y previsiones más fiables para el mercado al que se dirigen.
Según una encuesta del medio Quiq, los usuarios están empezando a tener más preferencia por los dispositivos móviles como canal para realizar compras. Tal es el hecho, que el 42% de las ventas que se realizan online ya proviene de ellos. Un factor determinante que todos los minoristas deberían tener en cuenta de cara al futuro para elaborar sus propias estrategias comerciales en el ámbito digital. El reto de este nuevo contexto pasa por diferenciar la estrategia de cada canal, así como de la tienda física, y por dar más relevancia a los dispositivos móviles.
Gracias a los smartphones o teléfonos inteligentes, las marcas pueden contar con un punto de contacto clave con sus clientes y consumidores. No sólo sirven como un canal para generar ingresos a través de las ventas online, sino también como uno sustitutivo y/o complementario del tradicional servicio de atención al cliente. Por otra parte, hay que remarcar las posibilidades de adaptación y de personalización de la comunicación comercial de las que dispone.
Prácticamente las tres cuartas partes de las empresas retail que han participado en la encuesta (un 74%), afirman que los dispositivos móviles han permitido que adopten un perfil más accesible para los clientes. Por otro lado, el 66% está de acuerdo en que éstos les han ayudado a incrementar la satisfacción general tanto de usuarios como de consumidores.
Otros beneficios remarcables de los dispositivos móviles citados por los encuestados son el hecho de contar con una mayor eficiencia comunicativa (según el 62% de los minoristas) y la reducción de los costes de atención al cliente (el 33% de los retailers). Tan sólo un 18% de los que han participado aseguran que la tecnología móvil supone un aumento de la dificultad en cuanto a la realización del servicio a los clientes.
Finalmente, cerca de dos tercios de las empresas retail encuestadas (el 62%) han confirmado que ya están iniciando la integración de la tecnología móvil en su negocio e-commerce y en sus operaciones empresariales. Aún así, sólo el 14% de ellas afirma describirse como una organización mobile first.
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