Si estás pensando en abrir un nuevo negocio ecommerce, puede que el dropshipping sea una buena opción. Ya que para muchos y muchas puede que sea la primera vez que escucháis esta palabra, vamos a explicar qué es el dropshipping y cuáles son sus 5 ventajas más importantes que pueden aportarte frente a un ecommerce de modelo más convencional.
¿En qué consiste el Dropshipping?
El Dropshipping es un modelo de negocio de tipo B2C dentro del sector ecommerce en el que la actividad comercial se reparte principalmente entre 3 participantes. Básicamente, consiste en que el mayorista que posee las mercancías sea el responsable del envío de los productos adquiridos por los clientes. Mientras que un minorista, se encarga de facilitarle y conseguir nuevos pedidos continuamente, además de dar soporte a los compradores.
El dropshipping se caracteriza por el hecho de que el minorista no participa en el proceso de envío de los pedidos a los clientes, sino que tan sólo genera nuevas ventas. Las cuales debe dirigirlas al mayorista para que éste pueda poner en marcha la logística necesaria. Aún así, es el responsable de ofrecer toda la información y las garantías necesarias para que los usuarios acaben generando la compra de los productos.
Se trata de una forma de negocio online que quita presión al minorista y le permite centrar su atención en el proceso de venta. Así, con este rol se convierte en intermediario. De modo que nunca llega a tener contacto con los productos vendidos, y se elimina la necesidad de contar con un stock necesario y un almacén propio.
Las ventajas del Dropshipping
Al ser un tipo de negocio online con una inversión menor a la del modelo estándar, sus ventajas giran entorno a las características estructurales del proyecto:
- Menos capital: Su principal ventaja es que se elimina la necesidad de invertir dinero en un inventario inicial. Por lo que este paso sólo se realiza cuando el comprador ya ha adquirido el producto y realizado el pago. Una característica que reduce la dificultad para emprender un negocio sin tener que inyectar una gran suma.
- Implementación sencilla: La gestión de las mercancías y el control sobre el almacén son dos de las tareas más fundamentales de cualquier negocio de comercio electrónico estándar. Por lo que, al emprender mediante un modelo de dropshipping, todo el proceso de trabajo recae en la generación de ventas.
- Gastos fijos reducidos: Al no tener que lidiar con el stock ni con un almacén propio, se eliminan también los costes relacionados. Los cuales acostumbran a ser los que tienen más peso dentro del negocio. Además, a pesar de crecer con el tiempo, los costes fijos siempre serán más bajos frente al modelo tradicional.
- Ubicación flexible: Este tipo de negocio puede iniciarse desde cualquier parte del mundo. Siempre y cuando se cuente con conexión a internet y haya una comunicación eficaz tanto con los proveedores como con los clientes.
- Catálogo extenso: Al eliminar la barrera del stock inicial, se puede ofrecer a los usuarios una amplia gama de productos en el catálogo. Por lo que el esfuerzo recae en la búsqueda de los proveedores y los artículos adecuados que puedan generar una cantidad mayor de ventas.
Con una planificación detallada y el empeño necesario, un proyecto basado en el dropshipping puede convertirse en un negocio de éxito a largo plazo. Y tú, ¿cuál crees que es la mejor manera de emprender un comercio electrónico basado en este modelo de negocio? ¡Cuéntanos tu experiencia dejando un comentario en nuestras páginas y perfiles en las redes sociales!