El 26 de septiembre de 1982 se estrenó en el canal norteamericano NBC el primer episodio de la serie de televisión “Knight rider”, que en nuestro país se conoció como “El coche fantástico”. El automóvil que daba nombre a la serie se llamaba Kitt y estaba dotado de Inteligencia Artificial (IA) autoconsciente, aunque siempre iba acompañado de su principal usuario, el inolvidable Michael Knight. Los guionistas de “El coche fantástico” ambientaron este planteamiento futurista alrededor del año 2000. Se imaginaban un cambio de siglo marcado por vehículos autosuficientes y máquinas capaces de tener sentimientos. No iban mal encaminados, pero hubieran atinado más ubicando la serie 20 años más tarde, cuando empezamos a percibir a los coches autónomos como una realidad palpable.
Pero más allá de la imaginación plasmada en la ciencia ficción vamos a analizar verdades y mitos del coche autónomo o del coche conectado a internet en el año 2021:
¿Dónde estamos? Comprobemos qué niveles de autonomía hemos alcanzado
El Departamento de Transporte de Estados Unidos clasifica en 5 niveles de autonomía a los coches autónomos. Algunos ya son de sobras conocidos y otros solo podremos descubrirlos en el futuro:
- Nivel 0: Solo conduce el conductor, el coche no dispone de ningún sistema automatizado. Más del 80% de los vehículos que recorren nuestras carreteras hoy en día se encuentran todavía en este nivel.
- Nivel 1: Se introducen los asistentes de conducción como primera característica autónoma, que se concreta en funcionalidades como el mantenimiento de carriles automático o el control de la velocidad de crucero. En este nivel, el conductor siempre debe estar informado de la actividad de los asistentes.
- Nivel 2: Semi- autonomía. Los coches pueden realizar varias tareas autónomas a la vez, como mantenerse en el carril y frenar si se detecta algún obstáculo. El piloto automático de Tesla se pone como ejemplo de este nivel previo a la autonomía, en el que sigue siendo necesario un alto nivel de atención humana.
- Nivel 3: Primer nivel sin conductor en determinados contextos. En el nivel 3 se habla de “autonomía condicional”, lo que se traduce en que el automóvil puede circular de forma autónoma en ciertas condiciones: como con buen tiempo o en entornos controlados (autopistas o autovías) geolocalizados. Ejemplo: Audi A8.
- Nivel 4: Alto nivel de autonomía, es decir, pueden circular sin supervisión en áreas geolocalizadas. A pesar de no tener el control total del viaje, el conductor debe estar preparado para asumirlo cuando el vehículo pierde referencias y ya no puede conducir en una zona determinada. No existen todavía vehículos del nivel 4 en el mercado.
- Nivel 5: Autonomía total. El coche no necesita ningún tipo de intervención humana para operar, como en la simulación de la foto que ilustra este artículo. Compañías como Zoox o Waymo (Google) están trabajando para ser los primeros en sacar un vehículo de nivel 5.
Ventajas e inconvenientes
Un repaso rápido por las ventajas que conllevará la generalización del coche autónomo debe comenzar por la mayor seguridad en el tráfico, minimizando el factor humano se deben reducir el número de víctimas por accidente, y seguir con la accesibilidad de ciertos colectivos con autonomía reducida, menores niveles de contaminación al ser mayoritariamente eléctricos o la eficiencia en los desplazamientos. Se calcula que el coche autónomo ayudará a reducir los atascos en las ciudades, un factor que mejorará la experiencia de compra de los compradores online, por decir solo uno de sus efectos positivos para el sector logístico.
Fijándonos en las posibles desventajas, una es, naturalmente, el alto precio de salida que tendrán estos vehículos y otra los litigios entre compañías de seguros que se derivarán de la accidentalidad entre coches autónomos. Por no contar con el habitual período de aceptación del público en general, que deberá superar la creencia de algunos falsos mitos sobre la inseguridad de estos vehículos.
¿Donde se utilizan ya los coches autónomos y cuando serán una realidad generalizada?
En España, actualmente los vehículos autónomos ya son utilizados en entornos industriales y logísticos, donde se les pueden habilitar carriles propios. En Estados Unidos ya funcionan en Phoenix (Arizona) los taxis sin conductor de Waymo, pero todavía en fase análisis y con un alto grado de monitorización: solo conducen dentro de un área predeterminada y controlando quién los usa.
Según los expertos, en las calles se cree que este tipo de coches 100% de alta gama llegarán en 2030 y para el mercado masivo se estima que el “boom” se puede producir entre 2040 y 2045. Ya lo veis, parece que los coches autónomos en las calles de nuestras ciudades son una realidad… pero a 20 años vista.