Desde que el sector de las compras online empezara su andadura como un sistema para adquirir todo tipo de productos a través de internet y recibirlos en casa, el volumen de transacciones y el número de empresas que ofrecen este servicio no ha parado de crecer. Con este aumento del número de competidores, muchas empresas han visto necesario marcar diferencias con la competencia y, por supuesto, rentabilizar los procesos al máximo con la finalidad de mejorar la eficiencia y tener un control de gastos.  Un factor de diferenciación marcado es la entrega de mercancías y pedidos, por lo que conocer el estado del envío de los pedidos es de vital importancia para ofrecer seguridad a sus clientes y ser más efectivos. Es lo que conocemos como trazabilidad.

La trazabilidad consiste en saber cuál es el estado del envío de los pedidos. Es la capacidad de realizar un seguimiento a un producto durante su paso por la cadena de suministro, desde su origen hasta su estado final. Los consumidores son cada día más exigentes con los productos que reciben a domicilio. El acceso a la información, fruto de los avances tecnológicos, profundiza más en esa necesidad que experimenta el cliente, una vez que realiza el requerimiento de algún producto para saber dónde está, si llegará bien y a tiempo, o si cumple con los estándares de calidad deseado. Por lo que la trazabilidad permite a los consumidores finales mantenerse atentos y confiados mientras esperan su pedido, ofreciendo una mejor experiencia de compra.

Ventajas de la trazabilidad

Poner en marcha un sistema de trazabilidad implica establecer una correspondencia directa entre el flujo físico de mercancías y el flujo de información que va asociado a él.

Las ventajas de los sistemas de trazabilidad logística son múltiples para cada parte:

  • Para las empresas: les ayuda a identificar puntos críticos a lo largo de la cadena de suministro para así solventar las incidencias y ganar en productividad. De esta forma, las compañías pueden rebajar los problemas relacionados con la mala manipulación o la contaminación de las mercancías incrementando la calidad del servicio que ofrecen.
  • Para los consumidores: mejora la confianza de cara a la compra de productos y servicios, sobre todo en una economía globalizada con complejos flujos de mercancías nacionales e internacionales. Además, con el auge del e-commerce, la trazabilidad de las mercancías ha pasado a un primer plano, ya que atenúa la «incertidumbre del tránsito» que sufren muchos compradores online,
  • Para las autoridades: en sectores clave para la salud pública como son el farmacéutico y el alimentario, los sistemas de rastreabilidad son obligatorios y están altamente regulados desde hace años.

Hacia un nuevo modelo

Los sistemas de trazabilidad existentes en la actualidad tienen algunas limitaciones tanto en alcance como en precisión y riqueza de información. Por ello, los sistemas de información de trazabilidad están evolucionando hacia los sistemas de interoperabilidad, tecnología que permite sincronizar los sistemas de información de diversos agentes de una cadena de valor (proveedores, distribución y almacenamiento entre otros), tanto a nivel de proceso como de información (plantilla de productos, analíticas, controles de calidad, etc.), asegurando el registro y transferencia de la información relativa al producto de forma coordinada. Esto tiene un impacto positivo tanto en seguridad como en la reducción de costes operativos.

En caso de que algo no funcione correctamente, los sistemas de interoperabilidad permiten detectar qué ha sucedido y los motivos que lo han ocasionado, de manera que se puedan tomar medidas eficientes, como la retirada de un producto del mercado antes de que llegue al consumidor, y corregir las ineficiencias en la cadena de valor con el fin de evitar que vuelva a suceder.

Como vemos en los últimos años, y por fortuna de todas las partes implicadas en el proceso – empresas ecommerce, compañías de transporte y mensajería, puntos de recogida, clientes… – el sector logístico ha orientado sus esfuerzos a potenciar la monitorización y seguimiento de los sistemas de envíos, con el convencimiento de que los compradores merecen recibir la máxima información con la más alta precisión. Solo hace falta constatar el buen funcionamiento del sector en el contexto del Estado de Alarma, caracterizado por el confinamiento domiciliario de los clientes y restricciones en los contactos interpersonales para ser conscientes de los beneficios de la trazabilidad. Una evolución que seguirá ofreciendo más y mayores ventajas a nuestros clientes de la mano de las nuevas tecnologías.