Tras una época de auge y consolidación del e-commerce, nos encontramos actualmente en una era de crecimiento y expansión que está propiciando que el sector logístico vea aumentado su volumen de trabajo notablemente. En este contexto, las empresas logísticas se ven obligadas a invertir recursos en innovación tecnológica para ofrecer servicios cada vez más competitivos y adaptados a las nuevas necesidades del sector.

Uno de los procesos productivos clave en la innovación tecnológica de las empresas es la Última Milla, etapa del proceso logístico de envíos que desarrollamos a continuación, explicando de qué se trata y algunas buenas prácticas para adaptar este proceso a los requerimientos actuales del sector.

Qué es la última milla

La última milla es el nombre del último proceso de entrega de un pedido online hasta llegar a su comprador. Este paso es el que transporta el paquete desde el último punto de distribución, ya sea un almacén, una plataforma logística o una tienda, hasta el cliente final.

Esta etapa es una de las más importantes en la cadena logística de envíos, ya que es cuando la compañía que transporta el paquete tiene contacto físico con el cliente.

Los adelantos tecnológicos están propiciando que los consumidores sean cada vez más exigentes con los servicios de mensajería. Los compradores demandan que haya un servicio de seguimiento de los envíos a tiempo real; quieren recibir los envíos en la puerta de sus casas, sin tener que desplazarse y que los tiempos de entrega sean cada vez más cortos, llegando incluso a entregas en el mismo día de la compra del artículo. Además, cada vez se exigen soluciones medioambientalmente más sostenibles.

A continuación, mostramos 3 buenas prácticas que las empresas de mensajería pueden adoptar para ofrecer soluciones de última milla acorde con las últimas tendencias.

Capilaridad en la entrega

Los clientes quieren que los envíos lleguen directamente hasta ellos, sin tener que desplazarse. Por ello, la capilaridad de las empresas, es decir, la capacidad que tienen de extender sus servicios a zonas concretas, es un factor clave en el proceso de última milla.

Sin embargo, un buen servicio en la última milla debe ofrecer la opción de recogida a los consumidores que no pueden esperar en casa hasta que llegue el envío. En este sentido, la capilaridad de las empresas se centra en ofrecer puntos de recogida que cubran el máximo de territorio posible y estén operativos cuanto más tiempo mejor. Estas áreas de recogida pueden ser los pick&collect, puntos de conveniencia de los clientes o las propias oficinas de las empresas. Al ofrecer estos puntos de recogida, se reducen los intentos de entrega fallidos y en consecuencia, el gasto que esto supone a las compañías.

En MRW creemos que la capilaridad es un elemento crucial, ya que estar cerca del cliente nos permite ofrecer un mejor servicio. Por ello, tenemos a disposición de los consumidores una gran cantidad de puntos de recogida repartidos entre las más de 550 franquicias y la red de puntos de recogida de MRW.

Entrega bajo demanda

La entrega On Demand es una solución que potencia la última milla y que se posiciona como clave en el sector para los próximos años. Con este servicio, el cliente puede elegir donde recoger su envío, ya sea una entrega a domicilio, en una oficina o en un punto de conveniencia. La autogestión por parte del cliente supondrá una mejora de su experiencia. Otro punto importante son los sistemas de información para la predicción de entregas, basados en modelos matemáticos para que el destinatario conozca la franja horaria en que el mensajero hará la entrega del pedido, evitando también de este modo las entregas fallidas y el sobrecoste que estas ocasionan.

En este sentido, es muy importante contar con soluciones mobile en la última milla que mejoren procesos, permitan la autogestión y se abran nuevos puntos de contacto con los usuarios. La experiencia sigue siendo fundamental en todo el proceso de compra, así que es de gran importancia contar con soluciones para que las empresas de logística puedan optimizar procesos y mejorar servicios en busca de mayor rentabilidad. Estas soluciones, entre otras, requieren ofrecerle al cliente herramientas de geolocalización, para que sepa donde se encuentra su envío en todo momento; notificaciones push que le alerten de novedades o concertaciones.

Sostenibilidad

La concienciación medioambiental está cada vez más instaurada en las instituciones. Como consecuencia, se están aplicando exigencias medioambientales que requieren que las empresas logísticas ofrezcan soluciones sostenibles en todo su proceso productivo. En referencia a la última milla, las medidas de sostenibilidad más significativas son la utilización de envases que reduzcan el impacto medioambiental y la reducción de emisiones de la flota de vehículos de reparto. La incorporación de vehículos que funcionen con energía alternativa y medios de transporte libres de emisiones como bicicletas, motos y coches eléctricos o las entregas a pie, son algunas medidas que muchas empresas de envío ya están incorporando para que su servicio de última milla sea más sostenible.

MRW es una de las compañías comprometidas con la sostenibilidad de sus servicios. En cuanto a los envases que utiliza la compañía, las cajas de cartón están hechas de material reciclado y el 40% de los materiales de los sobres de plástico son reutilizados.

Además, la compañía está inmersa en el Proyecto de Sostenibilidad de su flota de transporte que tiene como objetivo principal la renovación progresiva de los vehículos a unos más eficientes, menos contaminantes y que consuman menos combustible, así como la incorporación de Vehículos de Energía Alternativa (VEAs) y medios de transporte libres de emisiones.  Estos medios de transporte permitirán una reducción de las emisiones de CO2 del 16% y la disminución de los óxidos de nitrógeno y las partículas en suspensión, contribuyendo a la mejora de calidad del aire y de la salud de las personas.

Estas son algunas medidas que las empresas de logística deberían tener en cuenta para ofrecer un buen servicio de última milla adaptado a la incursión de las nuevas tecnologías y las nuevas necesidades del público. Sin embargo, el proceso de innovación de estas empresas no puede limitarse únicamente a la última milla sino que debería abarcar todas las fases de la cadena logística.