El comercio electrónico vive deprisa. En paralelo a los hechos que testimonian la rápida evolución del sector, se suceden vaticinios de «lo que vendrá». Hablamos, por ejemplo, de las previsiones del Centre for Retail Research para los principales países de Europa, que auguraba a España la cuarta posición del ranking de estados donde más están creciendo las compras a través de dispositivos móviles en 2014.
Un buen dato que invita al optimismo si lo sumamos a algunos balances de compañías de referencia, como Privalia, que aumentó sus ventas móviles en un 50% en 2013.
Sin embargo, a pesar de estas cifras halagüeñas hay un largo camino por recorrer. En España la tasa de penetración de los smartphones es del 60% de la población, pero los usuarios que lo utilizan para acceder a tiendas online no alcanzan el 20%. 
Seguir impulsando el M-Commerce dependerá en gran parte de subir la «nota» en una asignatura fundamental. El gran reto del E-Commerce español en 2015 es la adaptación completa a las necesidades de los usuarios de tablets, smartphones y phablets. Un par de recursos son clave para conquistar tal fin:

  • «Responsive design». Los contenidos webs de la tienda online (productos, categorías, ofertas y otros reclamos) tienen que poderse visitar desde todos los dispositivos sin pérdidas de información o usabilidad. De no ser así, la utilización por parte de potenciales clientes se vuelve incómoda.
  • Apps de M-Commerce. A día de hoy, la inmensa mayoría de tiendas online no disponen de una aplicación específica para móviles. En cambio, fijarse en estos casos de éxito puede ser ilustrativo.

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